viernes, 10 de septiembre de 2010

La huelga


Hace unos días he visto sobre volando las playas del pueblo, una avioneta publicitaria portando un cartel, animando a participar en la huelga del próximo día 29 de Septiembre.

Me ha parecido patético que haya que hacer publicidad para que la gente acuda a defender sus derechos.

Creo que los Sindicatos deben bajarse de sus pedestales y acercarse a la calle, al trabajador en sus problemas del día adía. La macroeconomía y las grandes medidas de ajuste sólo las entienden ellos, la patronal y el gobierno.

La gente tiene otros problemas. Contratos basura de dos horas para trabajar doce. Firmas en blanco de los finiquitos, para que te hagan un contrato. Salarios muy por debajo del sueldo base. Fin de contratos sin indemnización y sin liquidación de pagas y vacaciones, etc. y de estos abusos no los defiende nadie.

En estas cosas no se meten los sindicatos, y por eso la mayor parte de los trabajadores no saben para que les sirven, ni cuentan con ellos. No hay cultura sindical porque nadie se ha preocupado de ello.

Ahora pretenden hacer una huelga general y que la secunden los trabajadores, tres meses después de que se congelaran las pensiones, se abaratara el despido y se perdieran derechos adquiridos hace décadas. Un mes después de que se haya votado en el Parlamento la Reforma Laboral.

Pienso que es una batalla perdida. Había que haber organizado la huelga en el primer momento que se plantearon esas medidas, para hacer ver que con los trabajadores no se juega, que hay otras formas de salir de la crisis, entre todos, por ejemplo luchando contra el fraude fiscal, laboral, a la seguridad social...

Yo veo a los grandes líderes sindicales y los comparo con la Conferencia Episcopal, ambos estamentos a años luz de lo que realmente ocurre en la calle. Subidos al guindo, a ver cuando se caen.