miércoles, 12 de junio de 2013

Eterna juventud


Los medios de comunicación nos informan de noticias sobre leyes, decretos y planes de los políticos en ejercicio y dan por ciertos eufemismos y giros lingüísticos que, solo con pensarlo un poco, nos damos cuenta de la terrible situación en la que estamos sumidos.

Hace unos días la Junta de Andalucía se mostraba muy satisfecha de su iniciativa a favor de la creación de puestos de trabajo,  porque ha sacado unas ayudas al empleo para jóvenes menores de TREINTA Y CINCO AÑOS.


¿Cuando piensan nuestros políticos que acaba la juventud?

Antes, cuando existia el servicio militar obligatorio, la licencia del soldado marcaba el fin de la juventud y el sujeto era considerado una persona adulta, apta para el trabajo y presta a  independizarse del entorno familiar, entre los 20 a los 23 años.

Treinta y cinco años no es una edad para tener un contrato de ayuda al empleo. Es una edad para haber traído al mundo algún hijo, estar desarrollando un trabajo de acuerdo con su propia capacidad y tener encauzada y planteada su vida familiar y profesional con esperanza de futuro.

Esta prolongación de la "eterna juventud" nos conduce a que la Tercera Edad se nos aleje hasta el umbral de los 75 años. ¡A ver quien llega !





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