jueves, 16 de mayo de 2013

Tempus fugit


Vivimos muy cerca de un colegio. Muchos de nuestros amigos y conocidos llevan y recogen diariamente a sus hijos y este hecho hace que vayamos conociendolos y viendo como crecen y...¡a que velocidad!.

Sin embargo hay un hecho que se produce cada año y que nos indica los alumnos que pasan a un estadio superior, próximo a incorporarse al instituto. Este es que antes de entrar en clase, se refugian entre los coches aparcados en nuestra calle y algun@s se fuman su cigarrillo, señal de que alcanzan el estatus de veteran@s.

Llevamos constatando esta progresión del alumnado, desde hace más de quince años, por lo que a muchas de las primeras fumadoras las vemos, como madres, llevando a sus hijos a los primeros cursos de parvulitos. 

Otra forma de percatarnos de que el tópico ¡Cómo pasa el tiempo!  debemos tenerlo siempre presente en nuestras aceleradas vidas.

lunes, 6 de mayo de 2013

Pancho's obsessions






Hay dos sitios en la casa a los que Pancho les tiene verdadera veneración, uno el frigorífico y el otro el cubo de la basura, pero entre los dos, creo que su preferido, sin duda, es el cubo de basura, ya que quizás el frío de la nevera no permita que su olfato  identifique correctamente su contenido, y solo le atraiga la luz y la cantidad de cosas alineadas en sus estantes.

Supongo que el motivo principal de este embeleso que le produce el cubo de basura, es que siempre cuidamos por todos los medios, de que no meta su peluda cabeza dentro, objetivo que ha venido persiguiendo desde que llego a nuestra casa, y que ha conseguido sólo en contadas ocasiones.

Dependiendo de quien este en la cocina él calcula las posibilidades que tiene de saborear alguna de las exquisiteces que guarda su anhelado cofre del tesoro gastronómico, desde restos de comidas a mondas de patatas, tripas de pescados, y otras basuras. Entonces deambula, amaga, y trata, por todos los medios, de coger las vueltas al  descuidado cociner@ que deje la puerta del mueble abierta y le permita  conseguir su objetivo.

Si tiene éxito, correrá con su presa a refugiarse en su rincón, debajo de la mesa, donde dará buena cuenta de ella.