miércoles, 20 de mayo de 2009

La Bocaná




Cada día me acerco hasta su orilla y escudriño el horizonte hacia el Oeste.

Hay días que la marea golpea y besa la balaustrada del paseo.

Hay otros que se aleja  y juega y espumea las rompientes y corrales.

Todos los días contamina la brisa, el aire, de vida iodada y salobre.

Que inspirada ávidamente, como si fuera la última bocanada,

 reconforta el cuerpo y el espíritu.

 

1 comentario:

LUISA M. dijo...

¡Qué bien expresada esa sensación desde la orilla! Inspirar esa bocanada de aire que "reconforta el cuerpo y espíritu". Pura prosa poética, sí señor.
A mí también me gusta acercarme al paseo marítimo, mirar el océano y recibir su brisa... me transmite calma y energía positiva.
Saludos.