domingo, 28 de marzo de 2010

Modelo nº 6

De un tiempo a esta parte, desde que las incineraciones de cadáveres son cosa habitual, hemos perdido el norte en cuanto al protocolo funerario.

Cada fámulo doliente, una vez que le entregan a su muerto, trata de dar al difunto un lugar de descanso eterno acorde con sus gustos, aficiones y creencias. Pero realmente no sabe que hacer con él.

Ante la avalancha de aventamientos masivos, las autoridades han prohibido el depósito incontrolado de restos; parajes, alrededores de ermitas, campos de fútbol, calles, ríos, playas, etc. se han visto perjudicados por la nueva moda.

En la foto pueden ver la urna cineraria "Modelo nº 6" que he podido fotografiar en un tanatorio.
Un alarde de diseño, destinada a ser colocada en el mueble bar junto a la enciclopedia y los libros del Círculo de Lectores. Una solución culta, a la par que hogareña.
Sin duda la elección de los autores que componen el grupo de libros, está concienzudamente meditada, Virgilio, Goethe y Byron, son la mejor forma de asegurarse de que nadie vaya a tocar al abuelo.

4 comentarios:

MAMÉ VALDÉS dijo...

Llegar a la librería del "mueblebar" abrir los libros y decirles a su dueño "Quillo desde cuando no limpia esto que está todo lleno de polvo" y no te preocupe que ya he tirado yo "to la mierda" a la basura, y se acabo el luto..... un saludo

caritabaston dijo...

Lo malo de poner las cenizas en una urna en forma de libro, es que como casi siempre, llegara el curioso de turno y cogerá el librito con las cenizas del abuelo, y no veas la que puede liar el abuelo.jejeje

lucas dijo...

Me sorprenden mucho los comentarios no me los esperaba,aunque hay gente para todo

percival dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Saludos.