viernes, 12 de abril de 2013

Der Übersetzer (El traductor)






Hoy, en un despacho de vinos de Chipiona, he presenciado la conversación de un hombre, ya jubilado, con una pareja de turistas alemanes.

Por el contexto, y por el altísimo tono de voz que estaba empleando, pude saber que el ciudadano español había estado trabajando en Alemania en sus años mozos, pero que no había aprendido prácticamente nada de la difícil lengua germánica.

Él se dirigía a sus contertulios en español gritado, y de vez en cuando introducía en su habla alguna palabra en alemán , Gut, warum, ja, kosten...
Pero en un alarde de franqueza les dijo : " Yo de inglés, na de na, de francés, menos y de alemán un poquito así dijo, haciendo una pequeña separación entre los dedos índice y pulgar de su mano derecha. Después de unos minutos de conversación, se iban los turistas y, en la despedida, él les dijo "Auf wiedersehen".

Un parroquiano amigo, presente y sorprendido durante toda la conversación, le preguntó que, qué les había dicho, y él con parsimonia le contestó : les he dicho. "Vayan ustedes con Dios".