domingo, 25 de abril de 2010

"Chorongo"


Puedo llegar a entender alguna de las tesis que defienden las corridas de toros. Me molestan, no soy partidario de ellas, pero puedo llegar a entender la consideración de arte o el atractivo que para ciertas personas tiene el mundo del toro.

Ahora bien, punto y aparte es, en mi opinión, el rejoneo. Considero un abuso continuo del toro por parte de un señor montado sobre otro animal, el caballo, mucho más ágil y rápido que su oponente. Si ya es indignante la desigual lucha del rejoneador y el caballo contra el toro, se riza el rizo del abuso cuando lo hacen por colleras, un invento de los promotores taurinos, para hacer más rentable el espectáculo y que consiste en que dos rejoneadores y sus caballos acosan al toro en la más desigual y aberrante pelea, se revuelven en torno al toro y van clavando sobre su morrillo, o donde sea, infinidad de banderillas, arpones, rosas, rejones...

Este espectáculo se vende muy bien por su estética andaluza y campera, a los extranjeros les suele gustar mucho más que el toreo a pié. A mi me repatea por la desigualdad manifiesta de los combatientes. Por eso cuando he leído en la prensa que "Chorongo", caballo del rejoneador Alvaro Montes, fue muerto en la plaza de Zaragoza de una cornada mortal en el abdomen, he tenido un inmediato sentimiento de simpatía por el toro que por una vez ha vengado a sus hermanos caídos en estas alevosas lides.

El nombre del toro "asesino", poco después asesinado, no se dice en la noticia. Sin embargo siguen ganado los caballos tropecientos a uno.

3 comentarios:

Olga dijo...

Yo en este tema lo tengo clarísimo: la tortura no es cultura. Y espero que el señor José Tomás se recupere pronto de sus heridas, pero si no hubiera toreado, no le hubiera pasado. Ea. Que no, que no, que quiten los toros ya!!!

percival dijo...

Evidentemente hay un montante económico muy importante detrás del mundo del toro.
Hay mucha gente que está trabajando, desde el campo hasta la carnicería, pasando por sastres,hoteles, viajes, etc.
Será difícil hacer que desaparezca. La única forma es que nadie vaya a los espectáculos taurinos y parece que por ahora no va a ser así.
No perdamos la esperanza.

MAMÉ VALDÉS dijo...

Money, money... y después Fiesta Nacional...