Seguro que a muchos os habrá pasado, que en un restaurante, cuando os han servido el plato que habéis elegido de la carta, y veis lo que sirven a otro compañero de mesa, dudáis de haber acertado con vuestra elección, y pensáis " Yo debí de pedir eso".
Pues esa es la sensación que he tenido cuando se publicaron los resultados de las pasadas elecciones europeas.
Yo elegí mi opción y la vote; pero al ver el éxito de una fuerza política tan fresca, tan natural, tan seria e ilusionante, pienso que debería haberlos votado.
Y creo que no soy el único con esta impresión.
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