domingo, 28 de marzo de 2010

Modelo nº 6

De un tiempo a esta parte, desde que las incineraciones de cadáveres son cosa habitual, hemos perdido el norte en cuanto al protocolo funerario.

Cada fámulo doliente, una vez que le entregan a su muerto, trata de dar al difunto un lugar de descanso eterno acorde con sus gustos, aficiones y creencias. Pero realmente no sabe que hacer con él.

Ante la avalancha de aventamientos masivos, las autoridades han prohibido el depósito incontrolado de restos; parajes, alrededores de ermitas, campos de fútbol, calles, ríos, playas, etc. se han visto perjudicados por la nueva moda.

En la foto pueden ver la urna cineraria "Modelo nº 6" que he podido fotografiar en un tanatorio.
Un alarde de diseño, destinada a ser colocada en el mueble bar junto a la enciclopedia y los libros del Círculo de Lectores. Una solución culta, a la par que hogareña.
Sin duda la elección de los autores que componen el grupo de libros, está concienzudamente meditada, Virgilio, Goethe y Byron, son la mejor forma de asegurarse de que nadie vaya a tocar al abuelo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

El pajarraco


Olga (Alicia) en su búsqueda de Wonderland, escribe un precioso poema de amor y entrega sin reservas al ser amado, que estremece.

Mamé el reiterativo impasible de imperfectos de subjuntivo, en su "Tomara que tu viera", juguetea con la muerte y el protocolo al que someterán sus restos después del óbito, una vez resuelto el escrutinio de la votación entre los partidarios de la incineración o la inhumación.

María, la buenamaria, nos acerca la música clásica como una sabia alternativa al cabreo.

Civilis en Civitas, censura el "Virgencita que me quede como estoy" del presidente de la Diputación ante la oferta de su partido para formar parte de la Ejecutiva y abandone sus feudos, que son muchos y muy antiguos. Ni caso.

Y yo aquí, que no sé que hacer con este pajarraco, que veo cada día posado en la señalización del corral, y que aún no se ha manifestado si es de buen o mal agüero.
Lo veo cada día mirando entusiasmado a otras aves que cruzan volando por encima de él, atusandose sus plumas, y abriendo y cerrando las alas en una suerte de salutación al sol, que comienza a tomar altura pasadas las ocho de la mañana.

viernes, 12 de marzo de 2010

Pilonas

Pancho, que haya pasado tanto tiempo desde que me refería a ti en El Corral, no quiere decir que no haya estado pendiente de tus cosas durante todo este tiempo.

Además me pareció notar que el protagonismo que te daba en el blog , se te subió un poco a la cabeza, y no me parecía bien. No sé, es mi opinión.

Otra cosa; me extrañaba esa devoción que te ha entrado por el equipo de gobierno del Ayuntamiento y lo contento que estás con las obras de reforma y mejoras de las calles del centro.

Y hoy he caido en la cuenta. Te notaba muy nervioso e inquieto cada vez que salimos de paseo y ya sé la razón.

Te han puesto tropecientas pilonas a las que puedes bendecir levantando tu pata y las quieres todas para ti, antes de que lo haga otro perro, y son tantas, que no sabes bien a cual de ellas dirigirte primero y eso te desasosiega…ten cuidado con esa tensión que ya vas teniendo unos años.

viernes, 5 de marzo de 2010

Piratas en la Longuera



Ya no se puede uno sorprender de nada. En mi paseo matinal me topé de improviso con la nao de la fotografía fondeada casi en el Corral de la Longuera.
Hace años se habrían disparado todas las alarmas. Las campanas tocarían arrebato, llamando al pueblo a su defensa, se repartirían armas, tronarían cañones, en fin... un episodio grave en la vida tranquila de la villa.
Ojalá los piratas de hoy en día fuesen como aquellos que se veían venir. Te daba tiempo de defenderte o salir corriendo. Hoy la pirateria es mucho más sofisticada y salta donde menos te lo esperas, llegan en coches de alta gama, con chóferes y guardaespaldas, o en yates de muchos metros al puerto deportivo, son amables y educados y pueden robarte de miles de formas, muchas de ellas amparadas por la ley. Ya no se quedan en la playa, llegan hasta tu casa y te invaden por correo, teléfono, visitas e incluso por internet. Son otros tiempos.