lunes, 29 de diciembre de 2008

Nacimiento de Llelle

De un tiempo a esta parte, se esta perdiendo el Nacimiento tradicional, frente al Diorama, que a todos gusta y sorprende por el realismo y belleza de la composición.
A mi personalmente me gusta más el Nacimiento familiar, como éste de Llelle, con todas sus consecuencias.
Y llamo consecuencias a que las ovejas sean más pequeñas que la zambomba, la gallina o las tinajas. Me encanta el espumillón, el conato de árbol de Navidad de la derecha y los angelitos dorados.
Cosas incomprensibles y anormales, pero que son la manifestación de la candidez e inocencia de espíritu con la que hay que enfrentarse al misterio del Nacimiento del Hijo de Dios.

El 48


No recuerdo exactamente qué me hizo dar ese paso, tomar tan arbitraria decisión. Tener ese exceso de confianza, en la casualidad, los hados, el destino, o lo que sea, que se nos despierta porque el número coincide con alguna de nuestras circunstancias vitales. Año de nacimiento, edad, hijos, barrunto, etc.
Pero lo cierto es, que hace más de quince años, que en cada uno de los más de 750 sorteos que ha habido hasta el día de hoy, he jugado el número 00048.
No me arrepiento del hecho de jugar. Es muy dificil que toque, pero es un dinero que gastas en tener la esperanza de que el sábado se te arreglaran muchos problemas. Después te desilusionas, y vuelves a recargar la ilusión comprando un nuevo décimo.
Mi desesperación no es otra, que estar encadenado fatalmente al número que nos ocupa.
Pero. ¿Quién de los mortales osaría romper la cadena y cambiar de número, desafiando las fuerzas del destino...?
Yo?... no!

domingo, 21 de diciembre de 2008

Dafne travestida



Dafne  era una ninfa, hija del dios-río Peneo que había decidido no casarse nunca.
El dios Apolo se enamoró de ella y la acosaba constantemente, pero Dafne se resistía y no le correspondía. Era tanta la lata que Apolo le daba a la ninfa, que esta le pidió a su padre Peneo que la transformara en algo, para escapar de las caricias de Apolo. El dios-río consintió y la  transformó en el árbol de laurel.
Apolo, desconsolado, lo hizo su árbol sagrado, lo adoptó como su símbolo y se hizo una corona con sus ramas, que ha llegado más tarde a ser emblema de la victoria y del honor.
En nuestros días  se usa el laurel como protector del hogar, de todo tipo de daños, maleficios y malas influencias. Además de imprescindible en los guisos de carne con papas.

Mi amigo Sema por razones que él sólo sabe, ha utilizado el laurel de la foto y lo travestido como árbol de navidad. Quizás sea otra consecuencia de la terrible crisis económica, que nos  ha caído en suerte. Pero no sabemos como le habrá sentado éste invento, de dudoso gusto, a la ninfa Dafne.
Esperemos no tener que sufrir consecuencia mitológica alguna.





sábado, 20 de diciembre de 2008

Roscos de anís... o de la abuela Catana


En el afan de este blog de salvaguardar tradiciones y transmitirlas a las nuevas generaciones, explico a continuación la receta de los roscos de anís que aparecen en la foto ilustrativa, después de la árdua tarea de convertir "la tacita" y el "tu sabes..." a los sistemas homologados de medidas de peso y capacidad

Ingredientes:
1 huevo; 200 cc. de aceite de oliva; 200 cc. de anis dulce; 150 grs azucar; 1 sobre de levadura Royal; aproximadamente 500 grs. harina. Aceite de Oliva para feir y azucar glace para espolvorear.
Realización:
Batimos el huevo, el aceite, el anís y la azúcar.
Mezclamos la harina con la levadura.
A continuación vamos incorporando la harina a la mezcla batida, y vamos amasando hasta obtener una masa que no se pegue a los dedos. Por eso lo de aproximadamente en cuanto a la cantidad de harina, puede ser algo más o algo menos.
Dejamos reposar la masa una hora y empezamos a hacer los roscos, que pueden ser del tamaño de los de la foto o como vuestra imaginación os dicte.
Ponemos abundante aceite en un perol y los freimos. El aceite no debe estar excesivamente caliente, porque ,si no, se queman por fuera y siguen crudos por dentro.
Vamos depositando los roscos fritos en una bandeja con papel absorbente y una vez que esten casi frios espolvoreamos con el azúcar glace.
Con estas cantidades salen de tres a cuatro docenas.
¡Sienten bien...!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Las Flores de Matilde


Ciclamen


Gardenia

Jazmines de Madagascar

Matilde es una asidua del El Chusco, es decir "chusqueña" o "chusquense", y las flores que compra no son unas flores cualquiera. Derraman la mesura y clase con las que ella se desenvuelve en la vida.