Tomás, el último "panadero" encargado de mantener cada día caliente, crujiente y apetecible el ambiente del bar, cierra hoy al público.
Si buscamos los motivos de éste cierre encontraremos muchos y variados, pero no es mi intención juzgar actuaciones ni valorar conductas ni situaciones.
Pienso que sería muy grave para Chipiona, que un establecimiento del sabor y la historia de El Chusco permanezca cerrado más de lo necesario y por ello animo a quien corresponda a buscar los medios para que un renacido Chusco abra sus puertas cuanto antes.