Siempre has sido muy personal y original para tus cosas.
Desde el tiempo de tus increíbles minifaldas propias de una sacerdotisa de Mary Quant, hasta los intrépidos cortes de pelo al 2, que te perpetrabas cuando te conocí.
Siempre, a lo largo de toda tu vida, has sabido darle tu toque personal a tu forma de vestir, y de actuar ante la vida.
Incluso ahora, en tu desgraciada caída, has rizado el rizo, y te rompes el Olécranon, apófisis del cúbito, que tiene nombre de sevillana servo - croata. Olé –cranon.
Estas cabreada, dolorida, indignada por que la lesión te impide hacer tu vida normal.
Yo trato de verlo desde otro punto de vista. Ya que tu invalidéz me permite ayudarte, cuidarte y demostrate lo importante que eres para mi.