Nuevas intenciones

A lo largo de los ultimos años, influido por los acontecimientos políticos y económicos en los que se ha sumido nuestro país, la mayoría de las entradas de este blog, por no decir casi todas, han estado impregnadas de un componente de contestación política del que  ya estoy terriblemente harto y hastiado.

Por eso, a partir de ahora, me dedicare a subir entradas en el blog de alto contenido formativo, crítico artístico o folclórico, a la par que sencillos y educativos y sobre todo nada estrésantes ni agobiantes para el lector, a guisa de ejemplo de futuros temas,  los ilustrados por las fotografías que encabezan la entrada: jaculatorias, enigmas numérico festivos o merengues de carnaval.

A ver que me sale. De momento es un proyecto al que pienso seguir fiel e invariable.

Saludos .

Eterna juventud

Los medios de comunicación nos informan de noticias sobre leyes, decretos y planes de los políticos en ejercicio y dan por ciertos eufemismos y giros lingüísticos que, solo con pensarlo un poco, nos damos cuenta de la terrible situación en la que estamos sumidos.

Hace unos días la Junta de Andalucía se mostraba muy satisfecha de su iniciativa a favor de la creación de puestos de trabajo,  porque ha sacado unas ayudas al empleo para jóvenes menores de TREINTA Y CINCO AÑOS.

¿Cuando piensan nuestros políticos que acaba la juventud?

Antes, cuando existia el servicio militar obligatorio, la licencia del soldado marcaba el fin de la juventud y el sujeto era considerado una persona adulta, apta para el trabajo y presta a  independizarse del entorno familiar, entre los 20 a los 23 años.

Treinta y cinco años no es una edad para tener un contrato de ayuda al empleo. Es una edad para haber traído al mundo algún hijo, estar desarrollando un trabajo de acuerdo con su propia capacidad y tener encauzada y planteada su vida familiar y profesional con esperanza de futuro.

Esta prolongación de la "eterna juventud" nos conduce a que la Tercera Edad se nos aleje hasta el umbral de los 75 años. ¡A ver quien llega !

La Gaviota

Mírala, ahí va, errante, majestuosa, dejándose llevar por las corrientes de aire, dibujando imposibles vuelos y planeos, y recortando su esbelta silueta en el cielo azul.

Ajena a que un montón de facinerosos, corruptos y desahogados la utilicen como símbolo de su unión partidaria. Sin percatarse siquiera de que su imagen se identifica con los que siguen defendiendo la idea del hombre como portador de valores eternos, pero pagándole los salarios más bajos posibles y recluyéndolo en las condiciones de vida más pobres, para ellos poder quedarse con todo.

Si la gaviota tuviera la más minima idea de lo que para algunos significa su imagen, el ataque que llevan a cabo en la película Los Pájaros sería un mero cacareo.