Me he dado cuenta que a mi no me afecta la tan cacareada crisis.
Sigo teniendo en el banco, a fin de mes, tan poco dinero como he venido teniendo en los últimos años.
Al parecer, estamos en crisis porque la economía no crece lo suficiente, e incluso no crece nada.
Nadie se ha parado a pensar que quizás ya no se puede crecer más.
Que el planeta Tierra es el que es, que los recursos son limitados, que no hay más.
Que vamos a tener que replantearnos el concepto capitalista y liberal de nuestra sociedad.
Que no es normal que el conejo de la foto, después de tantos cariños, besitos y cuidar sueños, acabe donde ha acabado, de puro consumismo, con precio de saldo bajo su chamuscado cadaver, y el niño, ahora, jugando con la Nintendo.
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