En la cocina, sentada en el banco de madera junto a la puerta, “Pepa la de abajo” pelaba las patatas que cogia del saco situado a su izquierda y , una vez mondadas, las depositaba en el baño con agua, sobre el banco, a su derecha.
Mama Pepa trajinaba, incansable, abriendo y cerrando ollas, moviendo y condimentando cazuelas y sartenes.
Papa Mamé limpiaba a chorro abierto, sobre la enorme pila del fregadero, el vientre sangriento y brillante de una corvina.
Luisa preparaba los cubiertos y platos para las clientes que ya no tardarían en llegar.
Mientras tanto el “Pataslargas” acechaba silencioso y lúgubre desde la montera de la azotea.
1 comentario:
la sóla presentación de tu blog ya invita a quedarse...me ha gusrado mucho...una saludo cordobés desde Jaén.
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