No puedo decir que me una una gran amistad con ella, pero nos conocemos desde hace tiempo, como otras muchas personas del pueblo.
Lola es de las que emanan confianza. Pero no una confianza chabacana y para el cachondeo, sino una confianza para cosas importantes. Seguro que la encuentras, si alguna vez necesitas de ella.
Su próxima aventura es, que pasará sus vacaciones en el Senegal, no sé muy bien cómo, pero lo cierto es que va a prestar su ayuda y colaboración en un orfanato.
Sus amigos más próximos, han organizado rifas varias, para proveerla de algún dinero con el que ayudar y colaborar al sostenimiento del establecimiento.
En una de ellas he participado comprando el 48, número que, como ya conocen los seguidores de este blog, juego desde hace muchos años en todos los sorteos de la Loteria Nacional, con el pobre resultado que pueden suponer, al estar escribiendo esta entrada personalmente, en lugar de que me la escribiera un amanuense en paro.
Pues bien, lo que no he conseguido de la Loteria en todos estos años, me lo ha dado Lola en su primer sorteo…¡me ha tocado un jamón!
Bueno, una paletilla…pero me ha tocado.
Y ésta anécdota hará, que durante todo tiempo en que permanezca en África, nos acordemos mucho de Lola y le deseemos lo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario